La libertad consiste en ser audaz. - Robert Frost
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Europa es una luna de forma extraña de Júpiter con un gran
número de líneas intersectándose. Está diferente a
Calisto y Ganimedes en
las cortezas altamente craterizadas de éstos. Europa casi tiene una
completa ausencia de cráteres así como casi no tiene relieves
verticales.
Acerca de sus líneas un científico apuntó, "podrían
haber sido pintadas con un marcador de fieltro". Existe la posibilidad de que
Europa pueda estar activa en su interior debido al
calentamiento de la marea a un nivel de un
décimo o menos que Io. Los modelos del interior de
Europa muestran que bajo una delgada corteza de 5 km (3 millas) de hielo de
agua, Europa puede tener océanos con 50 km (30 millas) de profundidad o
más. Las marcas visibles de Europa podrían ser el resultado de
una expansión global donde la corteza se podría haber fracturado,
llenado con agua y congelado.
Animaciones de Europa |
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Vistas de Europa |
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Vea también: Imágenes adicionales de Europa desde Galileo.
Europa
Ésta es una de las imágenes de más alta resolución
de Europa obtenida por el Voyager 2. Muestra las
manchas de la mayoría del terreno y la casi ausencia de impactos de
cráteres. Sólo se han encontrado tres cráteres de
más de 5 km de diámetro.
(© 1998 Calvin J. Hamilton)
Europa - El Pasado y el Futuro
Esta imagen artística representa a Europa durante el amanecer de la
creación del Sistema Solar. En ese momento, lo que fueron océanos
en otros tiempos salpicaban la superficie de Europa. Ya que el agua
líquida existió en el pasado, ¿podría haber
existido vida o incluso existir todavía hoy? Los principales
ingredientes para la vida son el agua, el calor y compuestos orgánicos
obtenidos de los cometas y meteoritos. Europa reúne las tres
condiciones. A partir de las imágenes y los datos recogidos por la nave
espacial Galileo, los científicos creen que existió un
océano subsuperficial en una historia relativamente reciente y que
podría estar presente todavía dejado de la superficie helada. El
agua de Europa tuvo que congelarse hace mucho tiempo, pero podrían
existir calentamientos debido a las tensiones mareales producidas por
Júpiter y las lunas vecinas.
Este artístico cuadro puede representar también a Europa dentro
de 7,000 millones de años, después que el Sol se haya convertido
en una estrella roja gigante. El calor del anciano sol podría ser
suficiente para fundir el hielo y dar lugar de nuevo a un océano.
(© 1998 Calvin J. Hamilton)
Europa a Distancia
Ésta vista de Europa fue tomada por el Voyager 2 y muestra una superficie brillante,
de bajo contraste con una red de líneas las cuales cruzan la mayor parte de su superficie.
(© 1998 Calvin J. Hamilton)
Mosaico Mercator de Europa desde Galileo
Esta imagen es un mosaico de Europa basado en las imágenes G1 y G2 obtenidas
por la Sonda Galileo. Como referencia se ha utilizado el mosaico global del Servicio
Geográfico de los Estados Unidos (USGS). Este mapa es una proyección
mercator con longitud central en 180° y latitud desde -70° hasta 70°.
(Cortesía A.Tayfun Oner)
Cordilleras sobre Europa
Esta vista de Europa muestra una porción de la superficie que ha sido
modificada drásticamente por las fracturas y las cordilleras. Esta imagen
cubre un área de unos 238 kilómetros (150 millas) de ancho por
225 kilómetros (140 millas), la distancia que separa aproximadamente
las ciudades de Los Ángeles y San Diego. Las cordilleras simétricas
en las bandas oscuras sugieren que la corteza superficial fue separada y rellenada
con material más oscuro, de una forma análoga a lo que ocurre con
las dorsales oceánicas en la Tierra. Aunque son visibles algunos
cráteres de impacto, su ausencia generalizada indica la juventud de la
superficie. Las cordilleras más jóvenes, como las dos formaciones
que atraviesan el centro de la imagen, tienen fracturas centrales, protuberancias
alineadas y manchas oscuras de formas irregulares. Estas y otras características
podrían indicar la existencia de criovulcanismo o procesos relacionados con
la erupción de hielo y gases.
Esta fotografía, centrada en los 16 grados de latitud sur y 196
grados de longitud este, fue tomada a un distancia de 40,973 kilómetros
(25,290 millas) el 6 de Noviembre de 1996 por una cámara de televisión
de estado sólido a bordo de la Nave Espacial Galileo
durante su tercera órbita alrededor de Júpiter.
(Cortesía: NASA/JPL)
Vistas de Europa al Natural y en Falso Color
Esta imagen recoge dos vistas del hemisferio posterior de Europa. La imagen
de la izquierda presenta el aspecto de Europa aproximadamente en su color
natural. La imagen de la derecha es una composición en falso color
que combina las imágenes violeta, verde e infrarroja para resaltar
las diferencias de color que existen en la corteza de Europa donde predomina
el agua congelada. Las zonas de color marrón oscuro representan el
material rocoso procedente del interior o creado por impacto o por una
combinación de fuentes internas y externas. Las llanuras brillantes
en las zonas polares (parte superior e inferior) se muestran en tonos de
azul para distinguir la posible existencia de hielo de grano grueso (azul
oscuro) del hielo de grano fino (azul claro). Las líneas alargadas
de color oscuro son fracturas de la corteza, algunas de las cuales tienen
más de 3,000 kilómetros (1,850 millas) de longitud. La
formación brillante que tiene una mancha oscura en su interior en
el tercio inferior de la imagen es un joven cráter de impacto que
tiene unos 50 kilómetros (31 millas) de diámetro. Esta
cráter ha recibido el nombre provisional de 'Pwyll' por el Dios
Céltico del Mundo Subterráneo.
(Cortesía: DLR)
Imagen en Falso Color de la Región Minos Linea
En esta composición de tres imágenes de la Región Minos
Linea se ha empleado un falso color para destacar la visibilidad de algunos rasgos
especiales. Fueron tomadas por la Nave Espacial Galileo el 28 de Junio de 1996 UT.
Las bandas triples, líneas y terrenos moteados aparecen en tonos marrones
y rojizos indicando la presencia de contaminantes en el hielo. Las llanuras heladas,
mostradas aquí en tonos azules, se subdividen en unidades con diferentes
albedos bajo longitudes de onda infrarrojas, debido probablemente a los diferentes
tamaños de grano del hielo. La composición se creó utilizando
las imágenes correspondientes a las longitudes de onda efectivas de 989,
757 y 559 nanometros. La resolución espacial de las imágenes
individuales varía desde 1.6 a 3.3 kilómetros (1 a 2 millas) por
pixel. El área cubierta, centrada a 45N, 221W tiene 1,600 kilómetros
(unas 780 millas) de ancho.
(Cortesía: NASA/AMES)
Imagen de Europa desde Galileo en el Infrarrojo Cercano
El Espectrómetro Infrarrojo Cercano (NIMS) de la nave espacial Galileo
tomó imágenes de la mayor parte de Europa, incluyendo la región
polar norte, con una elevada resolución espectral a una distancia de 156,000
kilómetros (97,500 millas) durante el encuentro G1 el 28 de Junio de 1996.
La imagen de la derecha muestra a Europa tal como la ve el NIMS, centrada a 25
grados de latitud N, 220 grados de longitud W. Este es el hemisferio que siempre
mira hacia Júpiter. La imagen de la izquierda presenta el mismo punto de
vista con los datos obtenidos por el Voyager (durante los encuentros de 1979 y
1980). La imagen del NIMS pertenece a la banda del agua de 1.5 micras, en la parte
infrarroja del espectro. La comparación de las dos imágenes,
infrarroja y visible, muestra un claro contraste del brillo en la imagen del
NIMS de un área a otra de la superficie de Europa, lo que demuestra la
sensibilidad del NIMS frente a los cambios de composición. El espectro
del NIMS muestra las composiciones de la superficie que varía desde el
hielo de agua pura hasta las mezclas de agua y otros minerales que aparecen
como zonas brillantes en la imagen infrarroja.
Hielo Roto en Europa
Europa, la luna de Júpiter, como se aprecia en esta imagen obtenida el
27 de Junio de 1996 por la nave espacial Galileo de la NASA, presenta en
algunas zonas ciertos rasgos que se asemejan a los témpanos de hielo
que se observan en los mares polares de la Tierra. Europa posee una corteza
helada que ha sido drásticamente fracturada, como indican las bandas
lineales de color oscuro en forma de cuña que se ven en la foto.
Estas fracturas han roto la corteza en placas que llegan a tener 30
kilómetros (18.5 millas) de ancho. Las zonas comprendidas entre las
placas está rellena con material que fue probablemente hielo medio
derretido que se contaminó con residuos rocosos. Algunas placas
se han separado y cambiado de posición. La densidad de Europa indica
que tiene una cáscara de agua helada de unos 100 kilómetros
(60 millas) de espesor, alguna de cuyas partes podría estar en estado
líquido. De hecho, el hielo podría extenderse desde la
superficie hasta el interior rocoso, pero los rasgos que se observan en esta
imagen sugieren que el movimiento de las placas de hielo ha sido lubricado
con hielo derretido o agua líquida que corre debajo de la superficie
durante el proceso de rotura.
Esta imagen cubre parte de la zona ecuatorial de Europa y fue tomada desde una
distancia de 156,000 kilómetros (unas 96,300 millas) por la cámara
de estado sólido de la nave espacial Galileo. El norte está a la
derecha y el Sol está casi en la vertical. El área fotografiada
tiene unos 360 por 770 kilómetros (220 por 475 millas, más o
menos como Nebraska), y el rasgo más pequeño que se puede observar
tiene unos 1.6 kilómetros (1 milla) de ancho.
(Cortesía: NASA/JPL)
Superficie Activa de Europa
En esta imagen de Europa, la luna de Júpiter, tomada por la cámara
de la nave espacial Galileo de la NASA se puede observar un cráter de
impacto descubierto recientemente. El cráter tiene unos 30 kilómetros
(18,5 millas) de diámetro. El impacto perforó la corteza helada
de Europa, lanzando residuos rocosos (observables en color blancuzco) sobre el
terreno circundante. También es visible una banda oscura, denominada
Belus Linea, que se extiende de este a oeste a través de la imagen.
Este tipo de rasgo, que los científicos denominan "banda triple", se
caracteriza por una tira brillante que corre por el medio. Los márgenes
exteriores de esta y otra bandas triples son difusos, sugiriendo que el material
oscuro fue puesto allí como resultado de una posible actividad tipo
geyser que lanza gas y restos rocosos desde el interior de Europa.
La marca en forma de "X" curvada que se puede ver en la esquina inferior izquierda
de la imagen parece representar la fractura de la corteza helada y el relleno con
hielo derretido que se congeló en el mismo lugar.
El cráter está centrado a unos 2 grados de latitud norte y 239 grados
de longitud oeste. La imagen fue tomada a una distancia de 156,000 kilómetros
(96,300 millas) el 27 de Junio de 1996, durante la primera órbita de Galileo
alrededor de Júpiter. El área que se observa tiene 860 por 700
kilómetros (530 por 430 millas), es decir, del tamaño de Oregon y
Washington unidos.
(Cortesía: NASA/JPL)
Bandas Oscuras sobre Europa
En este mosaico de cuatro imágenes obtenidas por la nave espacial Galileo
de la NASA, las bandas oscuras que atraviesan la superficie de Europa, la luna
de Júpiter, representan los extensos efectos de la fractura y posible
erupción de gases y material rocoso desde el interior de la luna. Estas
y otros rasgos sugieren que había hielo derretido o agua líquida
debajo de la corteza helada cuando se produjo la rotura. Los datos no descartan
la posibilidad de que tales condiciones existan en Europa hoy en día.
La imágenes fueron tomadas desde una distancia de 156,00
kilómetros (unas 96,300 millas) el 27 de Junio de 1996. Muchas de las
bandas oscuras tienen más de 1,600 kilómetros (1,000 millas) de
longitud, superando la longitud de la falla de San Andrés de
California. Algunas de las características que se ven en este mosaico
son el resultado de los impactos meteoríticos, incluyendo el cráter
de unos 30 kilómetros (18.5 millas) de diámetro que es visible
como una cicatriz brillante en el tercio inferior de la fotografía.
También, docenas de cráteres poco profundos que se pueden ver en
algunas zonas a lo largo del terminador del planeta (zona sombreada en la parte
superior derecha de la imagen) son probablemente cráteres de impacto.
Otras áreas a lo largo del terminador no tiene cráteres, lo que
indica que son superficies relativamente jóvenes, lo que sugiere
erupciones recientes de hielo derretido desde el interior. El cuarto inferior
del mosaico incluye zonas muy fracturadas donde la corteza helada se ha
roto en trozos que llegan a tener 30 kilómetros (18.5 millas) de
ancho.
El mosaico cubre una gran parte del hemisferio norte e incluye el polo norte en la parte superior de la imagen. El Sol ilumina la superficie de Europa desde la izquierda. El área mostrada está centrada a 20 grados de latitud norte y 220 grados de longitud oeste y tiene una extensión similar a la zona de Estados Unidos situada al oeste del río Mississippi. (Cortesía: USGS Flagstaff)